miércoles, 14 de enero de 2015

CUENCA MITOS Y LEYENDAS


Mitos y Leyendas

Una parte fundamental de la identidad de una ciudad la constituyen sus mitos y leyendas. Un mito es una recreación artística que pone a prueba la imaginación y creatividad de sus habitantes. Una leyenda consiste en elaborar algún acontecimiento y relato acerca de un personaje real que forma parte de la vida cotidiana de la ciudad y de sus habitantes. Con el paso del tiempo, los cuencanos nos hemos divertido, asustado y convivido con muchas de ellas, algunas de ellas vienen desde tiempos coloniales.

La Piedra Encantada

Esta leyenda cuenta que en el Barrio Obrero había una gran piedra que obstaculizaba el paso a una parte de la ciudad que era considerada alejada, oscura y pantanosa. Esta piedra encantada tenía el poder de conceder el deseo que uno quisiese, sea dinero, amor, trabajo, bienes materiales o capitalizar venganzas. La piedra no hablaba con nadie y nadie escribía sobre ella. Decían que tenía memoria y que todo lo almacenaba en su interior. Además tenia el poder para castigar a los niños que eran desobedientes con sus padres por lo cual era de respeto por los traviesos menores de edad.
Los adultos mantenían esta leyenda para mantener alejado a los niños de este sitio por tratarse un lugar para encuentros amorosos.

Los Gagones

Es una criatura imaginaria que tiene forma de un perrito faldero de pequeño tamaño y de color blanco. Este animal aparecía cuando personas con grado de familiaridad tenían relaciones prohibidas y los asustaba al dar gemidos que imitaban a los lloriqueos de un bebe recién nacido. Se creía que si se atrapaba al Gagón y se lo tiznaba de negro la frente con un carbón, las frentes de las personas que este animal había sorprendido también se tiznaban de negro.

El Cura sin Cabeza

En el popular barrio de San Roque, vagaba una figura que no tenía cabeza y vestía un atuendo de cura. Recorría las calles ya bien entrada la noche asustando a la gente que quedaba en las calle a esas horas, pero no era nada mas que un pícaro religioso que acomodaba su atuendo por encima de su cabeza cubriéndola por completo para que todos se asustaran y nadie lo reconociera cuando visitaba a sus amantes en dicho barrio.

El Farol de la Viuda

Esta leyenda se suscitaba en el barrio de El Vado. Un figura femenina con el rostro cubierto y supuestamente demacrado que solo se hacia notar por las noches cargando un farol que rompía con la oscuridad. Se dice que vivía en una casa abandonada en este barrio y que al igual que el cura, usaba este artilugio para espantar a los curiosos mientras tenia sus encuentros amorosos por las noches.

El Perro Encadenado

Según se creía, este animal era la reencarnación del mismo Satanás. Era un perro de gran tamaño y muy veloz que Dios había dejado salir del infierno para seguir y castigar a los curas y sacerdotes en sus andanzas amorosas. Este perro arrastraba por las calles de cuenca una pesada cadena que encendía chispas al rozar contra las piedras y asustaba a todos en las noches. Se decía que cuando se lo escuchaba aullar es por que alguien iba a morir esa noche.

De esta leyenda recita un verso de la época:
“El Búho grazna
El Perro Aúlla
El indio Muere
Parece chazna
Pero sucede”

Las Brujas

Este personaje característico por usar frecuentemente las escobas como medio de transporte, tambien tiene su leyenda en la capital Azuaya. Se decía que las madres de aquella época acudían a ellas para que les quite el espanto y la cobardía a los hijos varones que eran miedosos.

El verso que se recuerda de esta leyenda dice así
“Crees en brujas Garay?
Pregunto el patrón al sirviente
No señor por que es pecado
Pero de que existen
Si las hay”

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